Esta semana se cumplen exactos dos meses desde que abrió públicamente el local que estoy administrando en el Galpón 2 del Persa Víctor Manuel. Se ha sentido intenso cada día desde la apertura y el recorrido, aunque parezca que recién está empezando, responde a una trayectoria que comenzó hace mucho tiempo y que ahora me interesa redactarla. Se lo atribuyo todo a un misterioso impulso que acompañado de mi propia aerodinámica me ha traído hasta aquí
I
Cuando niño, con un grupo de amigos hicimos un club. Desarmé una calculadora de bolsillo y a cada miembro del grupo le entregué una tecla para designar su posición dentro de la organización. No utilicé las teclas con números ya que el valor nominal de cada cifra podía dar a entender que uno estaba por sobre o por debajo de otro. Usé las teclas con signos de operaciones. Para mi dejé la roja con las letras CE. Un par de años después con los mismos amigos y amigas de infancia, organicé un Festival de la Canción que sucedía en paralelo al Festival de Viña. Con los tubos de cartón del papel higiénico y el aluminio del envase de los chocolates construí varias Gaviotas de Plata que sirvieron después como galardones para las canciones ganadoras interpretadas por nosotrxs mismxs. Era 1982. Lo recuerdo perfecto. Yo canté «Noticiero Crónico» de Óscar Andrade y obtuve el segundo lugar. El primer lugar fue para el Pato que cantó «Menta y Limón». La audiencia de nuestro festival fueron nuestras mamás, por supuesto, y otrxs niños y niñas que no quisieron actuar
II
En 1990 asistía como alumno al Instituto Profesional de Santiago, hoy UTEM. En segundo año nos fuimos de viaje a un encuentro de Estudiantes de Diseño en Chillán y tocamos en vivo sobre un escenario en que se celebraba la clausura de las actividades, mintiéndole a la organización de que éramos una banda musical verdadera. Estos fueron los simientes para formar Minimal Technology, una agrupación de trabajo creativo y artístico colectivo que unió a tres espíritus entre medio de instrumentos de juguete, casetes, televisores y cintas VHS. Estuvimos activos casi tres años. Volvimos a reunirnos en 2012 cuando Hueso Records publicó algunas de nuestras composiciones. Con el vuelo de este revival teloneamos a Silver Apples para su primera visita y hasta logramos publicar más música y construir más instalaciones. Pero ya no más. Minimal Technology se terminó el 22 de mayo de este año
III
La Nueva Gráfica Chilena fue fundada en abril del año en que el mundo se supone iba a acabar. Ingresé a este colectivo al año siguiente, el 2001. Se hacía arte y se inventaban planes expresivos sin límites. Si bien casi todo lo que se producía giraba en torno a la creación de Rodrigo Salinas, al final del recorrido su figura se diluyó ya que se transformó en un rostro televisivo. Es entonces cuando comienzo a dirigir el rumbo de este grupo humano que en su expresión mínima contaba con 3 integrantes: el mismo Salinas, Rodrigo Lagos y yo. De este período destacan las participaciones para el primer festival Sudala, el montar en la Galería Radicales, una serie de exposiciones a cargo de artistas, amigos y amigas como Pablo del Cielo, Piña Ruda, Gabriel Garvo y Cubotoy entre otrxs y el formar parte del primer festival Hecho en Casa con una obra en formato letrero de tubos de neón que finalmente se emplazó en el MAVI de la Plaza del Mulato Gil de Castro en el barrio Lastarria
IV
El año 2014, Iván Navarro, director del sello Hueso Records, junto a Courtney Smith debían montar The Music Room I para la New York Art Book Fair y viajé como asistente. Fue mi encuentro del tercer tipo con este tipo de instancias: una gran feria de publicaciones de arte, formato que aún no se implementaba en Chile. Si bien circulaban por acá bocetos de ideas como la de organizar una Santiago Art Book Fair, es muy importante mencionar que ya existían organizadas reuniones y exposiciones sobretodo en torno a la publicación relacionada con la historieta y la ilustración como la Feria del Cómic del Barrio Brasil y por supuesto, la feria Hola Chao creada por Valeria Hernández y Mathias Sielfeld desde aproximadamente el año 2010, evento predecesor a todo lo que sucedería después. Apenas volví a Santiago me junté con Gerhardt Rubio con quien hace rato veníamos pensando en hacerle a este algo que bautizamos como IMPRESIONANTE. Desde el comienzo, todo fluyó muy bien. El contacto que tenía con Loa Bascuñán que trabajaba como administradora del Museo de Arte Contemporáneo, nos permitió contar con el Hall de la Sede Parque Forestal. Con este antecedente las figuras invitadas a la primera versión de la feria y la convocatoria se construyeron casi espontáneamente. En el camino, se nos unió Rodrigo Dueñas por lo que para octubre de 2016 nos presentábamos los tres como los organizadores detrás de la feria. Hasta el 18 de octubre de 2019, nos mantuvimos instalando nuestro evento en el MAC Parque Forestal sin sobresaltos
V
Con los efectos de lo que comenzó en Chile el 18 de octubre de 2019, IMPRESIONANTE se suspendió. El museo cerró y toda la atención se centró en la protesta social. Enrique Rivera, entonces director de la Bienal de Artes Mediales con quien habíamos inaugurado en conjunto IMPRESIONANTE y la BAM el jueves 17 de octubre, me contactó días después del estallido para proponerme que ocupara un espacio dentro de la Sala de Artes Visuales del GAM que había quedado disponible ya que la artista Cornelia Vargas prefirió desmontar sus obras de la sala, exposición que formaba parte de la programación de la Bienal de ese año. Fue así como entré al lugar convocando a distintxs gestorxs de las artes gráficas como a Andrea Torres, sus tipos móviles y su tarjetero, a Larva Press, su saca pruebas, sus tintas y linoleos, a Dudo Ediciones con su duplicadora Riso, a Editorial Plo con su pulpo serigráfico y a mi hermana Bestiario Ediciones. Pasaron muchas personas por el lugar, colectivos fotográficos, pensamiento, instancias de conversación pero sobretodo, impresión in situ, a pasos del epicentro de las protestas de cada viernes. Todo quedó muy bien documentado en una nota que publicó la prensa y que lleva por título El búnker de los Artistas Gráficos del GAM
VI
Después de un año tan duro como fue 2020 sobreviviendo a punta de retiros y bonos, me encontré nuevamente, en 2021, convocando personas para armar una nueva instancia de creación colectiva. Unos fondos del estado para la recuperación de la actividad artística que se adjudicó el Departamento de Cultura del Persa Víctor Manuel me llevaron a negociar un espléndido espacio que podría utilizar todo el año para producir y exhibir contenidos gráficos y artísticos. Volví a meter una duplicadora Riso, la de la Cata esta vez, el pulpo de Editorial Plo solamente tuvo que trasladarse un par de cuadras y con la amorosa guía de Kalogatias armamos lo que llamamos Núcleo Ordinario de Artistas, colectiva que nunca terminaba de tomar forma debido a las restricciones de movilidad que cerraban la ciudad una y otra vez. Con suerte abríamos solamente un fin de semana al mes. Las últimas jornadas en que pudimos estar a cargo de ese espacio pasaron las cosas más interesantes. Fue durante septiembre y octubre. Invitamos a artistas y editorxs. Hubo lecturas de poesía que convocaron incluso a Pepe Cuevas. Nos visitó la Tía Pikachu. Se cocinaron sopaipillas y vino navegao’ antes que el local se transformara en la cocinería que es hoy. También se armaron tocatas, baile e instalaciones de arte que lograron que este espacio dejara de ser simplemente un taller de impresión. El último fin de semana en funcionamiento recibimos la instalación Nieves Wall a cargo de una famosa editorial suiza y en el marco de IMPRESIONANTE evento con que volvíamos a la presencialidad. Un nuevo está chido suspendió también la continuidad de estas actividades en el Persa. El Núcleo Ordinario de Artistas brilló tanto que nos encandiló y se consumió en su propia incandescencia
VII
En este momento en el que aún se escuchan los estertores de las pandemias, estallidos, traiciones, violencias y abandonos, me encuentro aquí, ultra solo pensando en que cambié un local por otro, instalado en el Persa esta vez con Riso propia, subiendo un par de historia’ y escribiendo en el WhatsApp sin atao’
Me preguntan a menudo el cómo, cuándo y dónde. Ahora cuento con un link para compartir parte de la historia